12 julio, 2013 - Dietas, Estilo de Vida
Pre-adolescencia y adolescencia: momentos clave del desarrollo para controlar la obesidad.
La pre-adolescencia y adolescencia son, en múltiples aspectos, dos de las etapas más complicadas en el desarrollo humano:Entre los 10 y los 19 años, el físico empieza a cobrar protagonismo entre las preocupaciones de los jóvenes que ven como su cuerpo empieza a transformarse y a ‘escapar’ de su controla consecuencia de los cambios hormonales que se producen durante este periodo y que, junto con las pre-determinaciones genéticas, influyen de manera decisiva en la nueva distribución del tejido graso y en el índice de masa corporal.
Por todo esto, en palabras de la Dra. Mar Mira “comienza una etapa clave para controlar el sobrepeso y la obesidad a través de asentar unas rutinas saludables y ayudar a nuestros jóvenes a evitar todos los riegos para la salud que implica estar por encima del normo-peso que incluyen desde alteraciones respiratorias, cardiovasculares o escoliosis”.
Entre las costumbres que pueden empeorar el sobrepeso la experta señala:
– Malos hábitos nutricionales: Es frecuente que los adolescentes tiendan a reducir el consumo de frutas y verduras y sustituirlas por un incremento en ingesta de grasas y azúcares, que tienden a ser absorbidas rápidamente por el hígado y convertidas en colesterol.
– Falta de ejercicio: La televisión, el ordenador, el móvil y los videojuegos son algunos de los responsables de que el sedentarismo vaya ganando la batalla: según las estadísticas la gran mayoría de los adolescentes no realizan apenas ejercicio físico, algo que influye de forma determinante no sólo en desarrollar sobrepeso y obesidad sino que en la autoestima, llegando a producirse bajones anímicos.
– Referentes: Un bombardeo continuo de publicidad con productos poco saludables, como snacks o comida rápida, incitan al consumo de alimentos que acaban sustituyendo al menú mediterráneo.
– Saltarse comidas: Está más que demostrado que realizar cinco comidas al día ayuda a adelgazar mientras que una única ingesta provoca el aumento de glucosa. También, por desgracia, se ha confirmado que la mayoría de los jóvenes no realizan las 5 comidas reglamentarias.
– Problemas emocionales: Uno de los resultados provocados por disputas familiares o en la escuela es la ansiedad que, en la mayoría de los casos, se acaba calmando a base de comida.
La doctora Ruiz del Cueto explica que “en muchos casos, la mejor medida pasa por acudir en familia a un nutricionista o coach nutricional que les ayude a establecer pautas adaptadas a sus sistema familiar y ayude a concienciar al adolescente sobre los problemas que pueden causarle el sobrepeso y la obesidad, estableciendo un seguimiento muy estrecho y prolongado en el que la familia esté involucrada en la práctica de una dieta sana y ejercicio”.