13 enero, 2013 - Tratamientos de Estética y Belleza
Las antiestéticas varices tienen solución
FOTOESCLEROSIS VASCULAR
La Fotoesclerosis es una técnica médico-estética eficaz que consiste en la utilización terapéutica de sistemas de luz para la mejora, reducción y eliminación de todo tipo de lesiones vasculares tanto corporales (varices y varículas, arañas vasculares, puntos rubí, manchas rojizas de nacimiento…) como faciales (desde rojeces de la cara o cuperosis hasta pequeñas arañas en las mejillas, puntos rojos en el escote…) e incluso problemas dermatológicos como la rosácea.
LUCE PIERNAS… ¡SIN MEDIAS Y SIN COMPLEJOS!
Lo primero, un buen diagnóstico vascular:
Se realizan una serie de maniobras de exploración de las varices a tratar y, tras esto, una ecografía vascular con Eco-doppler, lo cual resulta imprescindible tanto para emitir un diagnóstico adecuado y riguroso, como para controlar los resultados y la evolución del tratamiento.
El tratamiento para eliminar las varices:
Las varices (y demás lesiones vasculares) se tratan principalmente con dos tipos distintos de sistemas energéticos, según el tipo de lesión a tratar: con IPL (Intensed Pulsed Light o Luz Pulsada Intensa)y/o con láser de Nd-Yag de pulso largo.Ambos equipos trabajan por asociación de la energía lumínica emitida (luz dispersa en el caso de IPL y láser en el del Nd-Yag) con las zonas de concentración de pigmento rojizo, “haciendo diana” en los vasos dilatados (venas engrosadas, arañas vasculares, puntos rubí, etc.) en los que producen una lesión controlada, limitada al vaso sanguíneo, que logra su oclusión y posterior desaparición sin dañar los tejidos adyacentes.
En ocasiones (e.j. arañas vasculares más gruesas) se combina el tratamiento con luz (fotoesclerosis) con un tratamiento previo de la lesión con esclerosis química: infiltración muy focalizada, directamente en el vaso y empleando una aguja muy fina, de un esclerosante: un principio activo que cierra las paredes vasculares ‘blanqueando’ la vena y “facilitándole” la tarea al láser, que se aplica posteriormente y ya se ‘encuentra’ con una vena menos gruesa, más “controlada”.
Es un procedimiento ambulatorio, bastante rápido, no incapacitante desde el punto de vista social o laboral y que puede repetirse tantas veces como se quiera. No obstante, pueden aparecer una serie de efectos secundarios, generalmente leves, como:
- Reacción inflamatoria del área tratada, con leve hinchazón y enrojecimiento pasajero de la piel (el efecto secundario más frecuente).
- Pequeños hematomas sobre las lesiones tratadas que, por lo general, desaparecen pasados unos 7 – 10 días.
- En casos excepcionales, y por una predisposición del paciente, pueden aparecer cambios en la pigmentación de la piel que pueden demorar semanas en desaparecer, igualmente podrían acontecer casos de cicatrización anómala de la zona tratada.
Número de sesiones y resultados:
La respuesta terapéutica dependerá de la coloración y calibre de la lesión, y por su mecanismo de acción los resultados no se aprecian de forma inmediata, sino transcurridos varios días, consiguiéndose un ‘aclaramiento’ paulatino de la lesión vascular que, según su tipología, puede ser total tras una sola sesión, requerir varias o presentar algunas dificultades para aclarase del todo. Las especialistas de la clínica informan a cada paciente de los cuidados post-tratamiento que se deben seguir en casa.