15 febrero, 2019 - Estilo de Vida, Noticias y Actualidad
Los nuevos cánones de belleza
¡Hola a todos! Actualmente vivimos en una época de constante cambio en la que los cánones de belleza juegan un papel importante.
Hoy día, hay una regla que cumple todo lo bello y está en la proporción y en la relación matemática. Esa regla es el número Phi (1,618) o número áureo. Con esta proporción áurea podemos medir la belleza de una persona. Partiendo de esta base nosotros podemos corregir mediante la técnica de Armonización Facial Matemática Phi-Beauty, que consigue un equilibrio del rostro sustentado en el uso del nuevo calibrador “pie de rey” mediante parámetros de medición basados en número PHI. Con este tratamiento se respeta la personalidad y particularidad de cada rostro: la paciente sigue siendo ella misma, pero con unas facciones en equilibrio.
Tratamiento y Armonía
El tratamiento comienza con un análisis facial individualizado del que da como resultado una lista de puntos a mejorar en función de siete parámetros: la forma de la cara, altura de la frente, forma de la ceja, tamaño del ojo y distancia entre ojos, forma de la nariz, labios y claridad de la piel/textura/color.
El punto de partida lo marca la distancia entre los ojos y siguiendo las equivalencias calculadas según la proporcionalidad del PHI, se puede confirmar la idoneidad o necesidad de mejora y tratamiento del resto de ‘piezas’ del rostro que conforman el puzzle de un rostro armónico.
Luego, se procede a ‘redibujar’, restaurar o recuperar, buscando la proporción y armonía, con infiltraciones de Ácido Hialurónico a través de cuatro zonas de entrada:
-Punto zigomático (región superior del pómulo, cerca del nacimiento del cabello): se trabaja de forma ascendente todo el tercio medio del rostro, reproyectando los pómulos y promoviendo el tensionado de mejillas y tercio medio del rostro al completo.
-Punto nasogeniano (zona intermedia del surco que desciende de la nariz a la comisura): se consigue tensionar de forma global el tercio inferior medial.
-Punto medial o arco mandibular: se redefine el óvalo facial con contornos suaves, consiguiendo una tracción posterior de todo el tercio inferior de la cara.
-Puntos supra y sub-labiales (son cuatro, dos inferiores y dos superiores, situados fuera del perímetro labial ): permite una completa recuperación de los labios muy natural, sin aumentar de forma excesiva el volumen.
La sesión de este tratamiento que realizamos a partir de la armonía dura unos 30 minutos. Se precisarán una o varias sesiones, dependiendo de factores como la edad, tipo de piel y, por supuesto, la mayor o menor necesidad de armonización de los rasgos.
El canon 90-60-90
Igual que en la cara, lo que llama la atención como bello en el cuerpo está relacionado con la armonía, proporciones y relaciones matemáticas, y no necesariamente con medidas preestablecidas. La simetría tampoco es algo fundamental para que nos agrade al ojo, pues ya se ha visto a través de estudios científicos que los cuerpos extremamente simétricos no necesariamente son visualmente agradables.
Los cánones de belleza corporal tienen mucho que ver con proporción, y estudios científicos apuntan que la proporción áurea y el rectángulo áureo son las relaciones matemáticas que aplicadas a medidas corporales resultan visualmente agradables. Se han encontrado relaciones áureas entre distintas partes del cuerpo humano y se ha visto que estas medidas se aplican tanto para estética como también para la salud, por ejemplo: los ventrículos del corazón también siguen esta división armónica, y cuando la fallan es señal de que hay algún problema estructural.
Resumidamente, no existen medidas perfectas, sino que el cuerpo debe seguir una armonía de proporciones. Por ejemplo, aproximadamente, encontramos la proporción aurea en la relación que hay entre la altura de una persona y la altura a la que se encuentra su ombligo. La misma relación aproximada guardan nuestras extremidades: la rodilla divide en razón áurea la distancia entre la cadera a la planta de los pies.