HILOS PDO
LA TECNICA NETTING PARA EL TENSADO FACIAL
Una nueva dimensión en el terreno de las soluciones médico estéticas de efecto tensor, ya que promueve, no sólo un evidente tensionado dérmico, sino también una armónica re-colocación de las estructuras faciales ‘desplazadas’ por el paso del tiempo y la gravedad, además, de engrosar la piel (ya que el material de los hilos potencia la producción de neocolágeno) con lo que se logra una mejora evidente de calidad cutánea… y, todo ello, sin necesidad de rellenos
Los Micro-Hilos PDO son suturas ‘flotantes’ que no requieren anclajes, ya que las propiedades de la Polidioxanona hacen que el propio ‘hilo’ (en origen diseñado como sutura quirúrgica interna) actúe ‘sujetando’ por sí mismo los tejidos donde se infiltra, integrándose en ellos y fortaleciéndolos: la Polidioxanona estimula la producción de neocolágeno y, por tanto, propicia un engrosamiento dérmico que se traduce en un fortalecimiento y mejora de la calidad cutánea. Existen varios tipos de hilos de PDO y se eligen según diversos factores como el grado de tensión que es necesario generar para cada caso, el grosor de la piel, la zona a tratar…
La técnica consiste en emplear los Micro-Hilos PDO generando con ellos ‘mallados’ (técnica netting) de tensión inversa es decir, actuando en el sentido contrario de la gravedad, mediante el ‘diseño’ individualizado para cada región de cada rostro a tratar, de una especie de ‘red de contención’, que se ‘construye’ infiltrando los ‘hilos’ de forma entrecruzada (horizontal-vertical). Esta ‘red’ refuerza la acción propia de anclaje-sujeción de cada ‘hilo’, de forma que se maximiza la potencia tensora de los mismos, lográndose que actúen como un ‘freno’ al desplazamiento/caída de los tejidos donde se insertan. Factores como la experiencia, pericia, conocimientos anatómicos y ojo clínico del médico, si siempre resultan claves, en este protocolo aún más, pues, para obtener un resultado de tensionado óptimo, hay que partir de un perfecto esquema previo, dibujado sobre el rostro del paciente (absolutamente a medida) las líneas que luego ‘recorreremos’ con los ‘hilos’, para lograr contrarrestar cada tipo flacidez particular. Ese ‘dibujo’ o planteamiento del tratamiento es radicalmente distinto según el paciente pues depende de los cambios involutivos específicos de sus estructuras. Es una especie de ‘plano’ de cómo actúa la gravedad en rostro y cuello en cada caso: un ‘mapa’ de desplazamientos y caídas único, para cada persona y región.
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