18 febrero, 2014 - Tratamientos de Estética y Belleza
Flora-fit, la dieta que regula la flora intestinal
¡Alerta nutricional! En los últimos tiempos los grupos promotores de una silueta #thinfit son el nuevo peligro 2.0. Una tendencia tristemente en alza, alentada a través de las Redes Sociales. ‘Cada vez hay más grupos de Facebook, perfiles en Instagram y blogs centrados en idolatrar este nuevo ‘ideal’ de cuerpo súper-fibrado y sin un ápice de grasa, que sus seguidores denominan ‘belleza perfecta y saludable’ y que, en realidad, supone un claro riesgo para la salud’, advierte Mar Mira.
Se trata de imágenes de cuerpos esqueléticos que incitan a perder peso rápidamente a través de dietas extremas (muy deficientes en nutrientes esenciales) y prácticas deportivas desmedidas y, por supuesto, sin asesoramiento profesional ni advertencias sobre posibles perjuicios para la salud. El resultado: un desequilibrio orgánico, incluyendo una agresión en toda regla de la flora intestinal, que deja las defensas ‘por los suelos’.
El correcto equilibrio de la flora intestinal es, en palabras de Mar Mira, uno de los pilares de la belleza saludable: ‘se trata de un delicado ‘ecosistema’ bacteriano, ubicado en el intestino delgado, que juega una función clave en el procesamiento de los nutrientes, influyendo en la regulación del peso y que también es básico para mantener en óptimas condiciones el sistema inmunitario: si la flora bacteriana se desequilibra, aumenta la vulnerabilidad ante todo tipo de enfermedades, de gastroenteritis a gripes’.
La regulación de la flora intestinal es, precisamente, una de las piedras angulares de la dieta Flora-fit: un programa nutri-inmunológico diseñado para proteger al organismo frente a agresiones y malos hábitos que, además de trabajar sobre la flora intestinal (y, por tanto, aumentar las defensas y prevenir enfermedades), ayuda a alcanzar y mantener el peso ideal y retarda el proceso del envejecimiento… Un plan alimenticio sano, equilibrada y fácil de seguir, cuyos protagonistas son los alimentos probióticos y ricos en polifenoles, como el maqui (con una capacidad antioxidante 2-3 veces mayor que la baya de Goji y hasta 50 veces más que el vino tinto).