ARMA DE DESTRUCCIÓN SELECTIVA ANTI-MANCHAS DIFÍCILES
Aunque al hablar de manchas y fotoenvejecimiento, sobre todo a nivel facial, se tiende a pensar sólo en las pigmentarias (por concentración de melanina), lo cierto es que la categoría incluye un amplio abanico de lesiones, incluyendo todas aquellas que alteran la uniformidad del tono cutáneo tanto en ‘pardo’/marrón (lesiones pigmentarias) como en ‘rojo’ (lesiones vasculares producidas por agrupamiento anormal de vasos sanguíneos o exceso de hemoglobina).
Cerca del 100% de la población padece uno o varios tipos de lesiones en rostro, cuello y/o escote y, si bien para las pigmentarias más superficiales (manchas solares primarias), así como las vasculares más leves (puntos rubí o arañas vasculares aisladas) existen diversas soluciones médicas eficaces (peelings químicos…), sin embargo, hasta la fecha, no existía un tratamiento realmente eficaz, certero y seguro para combatir las lesiones vasculares más complicadas como la tecnología de luz pulsada de última generación: DPL, la más evolucionada, eficaz y precisa herramienta médica para hemangiomas, nevus o manchas de nacimiento, rosácea, lentigos seniles…
Un innovador cabezal de fluorescencia avanzada con doble filtro que asegura la emisión en el espectro óptimo para este tipo de lesiones, trabajando de forma más potente y a la vez más selectiva, segura, certera y con menos molestias para el paciente.
+ MÁXIMA POTENCIA: El DPL es la única tecnología de luz pulsada con una potencia de hasta 25J/cm2 (25 julios por centímetro cuadrado de piel), convirtiéndose en la “herramienta” más puntera en el tratamiento de lesiones vasculares complicadas, ya que al contar con una gran concentración de ‘pigmento’ rojo, precisan de un extra de “fuerza” para lograr cerrar tal cantidad de vasos sanguíneos agrupados.
+ MÁXIMA PRECISIÓN: al limitar la banda de luz que emite el sistema DYE concentra toda la potencia lumínica en un haz de luz de máxima eficacia para la hemoglobina (pigmento rojo) y el pigmento marrón (la melanina).
+ MINIMIZACIÓN DEL ‘DAÑO’ DÉRMICO Y RÁPIDA RECUPERACIÓN: Al emitirse la luz por pulsos, combinándose con un intervalo de tiempo correcto de termo-relajación (el tiempo necesario para que se reduzca en un 50% la elevación de la temperatura de la piel), se minimiza al máximo cualquier efecto secundario del tratamiento, propiciando, a la vez, una recuperación mejor y más rápida.
Para más información sobre DYE y luz pulsada pincha aquí