21 octubre, 2016 - Innovación médica, Rejuvenecimiento
Cómo funcionan los hilos tensores para la flacidez (parte 1)
Hola a todos. ¿Qué tal estáis? Esperamos que fenomenal. Hoy os queremos contar cómo funcionan los hilos tensores para la flacidez. Es una técnica de la que se habla mucho pero, a decir verdad, no todo lo que se cuenta o, mejor dicho, se lee, es verdad y, como médicos estéticos que somos nos vemos en la obligación de aclarar cuál es realmente su función y para qué casos están indicados. Dicho esto, empezamos a aclararos todas las dudas sobre cómo funcionan los hilos tensores para la flacidez empezando por el principio…
El origen de los hilos:
Un tratamiento milenario ¿Cuándo empezaron a usarse y de qué tipo eran?
Los hilos son una de las fórmulas médico-estéticas con más historia. Tanta que hay referencias a su empleo ya ¡en el Antiguo Egipto: En el papiro de Smith (un documento médico milenario, datado en la Dinastía XVIII de Egipto y hoy expuesto en la Academia de Medicina de Nueva York, que contiene información detallada sobre tratamientos para heridas de guerra y descripciones anatómicas) se hace referencia al uso de HILOS DE ORO ultra-finos como suturas para cerrar y recolocar los tejidos tras ciertas heridas en el rostro. Varios milenios después, a finales de la década de 1960 de nuestra era, fueron también los HILOS DE ORO (casi los mismos que empleaban los egipcios) los primeros que se emplearon como técnica antiaging de sustentación facial. El ‘padre’ de la técnica fue el DR. CAUX en Francia, quien desarrolló una fórmula de implantación subdérmica en la superficie facial, recorriendo desde el pabellón auditivo hasta la nariz, la boca o el mentón. Con ella lograba, al cabo de unas seis u ocho semanas de ‘insertar’ los filamentos de oro, una ligera atenuación del descolgamiento facial y las arrugas situadas en la zona tratada. La técnica pasó bastante desapercibida, ya que sus resultados eran poco llamativos (no mejoraba surcos ni arrugas importantes) además de que la técnica de implantación era muy complicada y a veces problemática>
¿Por qué dejaron de emplearse los Hilos de Oro?
Aunque desde la primera versión de Caux se produjeron diversos avances en la técnica de sustentación facial con HILOS DE ORO (en la década de los 70 los DRES. CONLEY Y BAKER los emplearon en combinación con otros materiales como NURILOL –sutura de Naylon trenzado- o Goretex y en la década de 1990 el DR. GRENES recurre al oro de 24 kilates con una pureza del 99%, combinado con suturas de CATGUT –colágeno-) lo cierto es que LOS RESULTADOS DEJABAN MUCHO QUE DESEAR: los efectos secundarios superaban en general las mejoras producidas: casos de irregularidades en el trazado y otros en que los hilos acababan por percibirse a través de la piel, con el problema añadido de tratarse de un material no reabsorbible/ definitivo.
¿Hay alguna diferencia entre los nuevos hilos de PDO y los de Ácido Poliláctico? ¿Son mejores unos que otros o resultan más adecuados según las zonas?
La Polidioxanona (PDO) es un poliéster-éter, mientras que el Ácido Poliláctico (PLA) es un Poli-Alfa-Hidroxiácido por lo que la Polidioxanona es más flexible, tiene mayor resistencia mecánica (resiste más al movimiento del tejido dónde se implanta) y mayor tiempo de duración. Esto no implica que un material sea mejor que el otro: son sutilmente diferentes lo que los hace complementarios entre sí. De hecho la última corriente técnica es emplearlos, precisamente, como tratamientos complementarios en ciertos casos: los hijos de Ácido Poliláctico se ha demostrado que resultan idóneos para afianzar los mallados de hilos PDO y generar un extra de tensión.
La semana que viene seguiremos desgranando toda la verdad sobre cómo funcionan los hilos tensores para la flacidez. ¡Nos vemos en el siguiente post!