19 noviembre, 2015 - Estilo de Vida
Combate con energía el trastorno afectivo estacional
Mucho se habla de la depre post-vacaciones de verano y de la astenia primaveral pero ¿qué hay del bajón invernal? Más allá de septiembre y la ‘vuelta al cole’, para un elevado porcentaje de la población, el invierno entero es sinónimo de apatía, fatiga y falta de motivación. Hoy os proponemos un plan energizante integral para acabar con el trastorno afectivo estacional: pautas nutricionales , recomendaciones y masajes específicamente diseñados para recargar las pilas y… ver el invierno menos gris.
Invierno con efectos secundarios
La bajada de las temperaturas conlleva para muchas personas la sensación de que su cuerpo reclama una hibernación en toda regla. Levantarse por las mañanas se convierte en todo un drama, lanzarse a la calle cuesta horrores y tener que poner fin a ese ratito de manta y sofá llega a provocar ganas de llorar. Son síntomas de una llamada de atención de nuestro organismo, una señal de que precisa ayuda para adaptarse a las nuevas condiciones ambientales y vitales: al frío (que, entre otras cosas, implica mayor desgaste calórico), la disminución de horas de luz (recordemos que menos sol equivale a menor producción de endorfinas) y, cómo no, la aceleración del ritmo de vida que durante el invierno suele incrementarse con más obligaciones, compromisos, prisas…. En realidad, este trastorno afectivo estacional equivale a falta de energía, una carencia que simplemente introduciendo ciertos alimentos en nuestra dieta es posible compensar y… ¡sin engordar en el intento!
Nutrientes pro-energía contra el trastorno afectivo estacional:
· Vitaminas del grupo B: reguladoras del sistema nervioso central.
· Vitamina C: inmuno-estimulante y antiestrés.
· Vitamina E: antioxidante. Interviene en la oxigenación celular.
· Hierro: esencial para el transporte del oxígeno a los tejidos. Su déficit provoca anemia ferropénica. Uno de sus síntomas es la fatiga y el cansancio generalizado.
· Triptófano: aminoácido esencial precursor de la serotonina, también conocida como “la hormona de la felicidad”.
· Potasio: regulador hídrico y del sistema músculo-esquelético del organismo.
· Cobre: oligoelemento que combate el estado de desmotivación.
· Magnesio: el mineral con demostradas propiedades antiestrés.
· Cromo: interviene en el paso de la glucosa a la célula promoviendo un óptimo desarrollo de las actividades celulares.
Lista de la compra contra el trastorno afectivo estacional
· Jalea Real: potente complejo vitamínico-mineral de origen natural.
· Cereales integrales: al no haber sido refinados, mantienen todos sus nutrientes. Además son saciantes y combaten el estreñimiento.
· Fruta y verdura: muy ricas en vitaminas y con un alto poder saciante.
· Proteínas (carne, pescado, huevo, marisco, lácteos y soja): aportan los aminoácidos esenciales para la formación y regeneración tisular.
· Complementos vigorizantes naturales: infusiones de hierba mate, cápsulas de guaraná y/o ginseng coreano.
Dieta contra el trastorno afectivo estacional
En ayunas: Zumo de naranja con una ampolla de jalea real.
Desayuno: 30 g de cereales integrales + leche desnatada de vaca o batido de soja enriquecido con calcio.
Media mañana: 1 pieza de fruta pequeña o 1 barrita de cereales.
Almuerzo:
Primer plato: Sopa juliana.
Segundo plato: Arroz integral con pisto y huevo a la plancha.
Postre: 1 yogur desnatado.
Merienda: 1 pieza de fruta mediana
Cena:
Primer plato: Puré de verduras.
Segundo plato: Pechuga de pollo con espárragos trigueros
Postre: 1 yogur desnatado.
Recomendaciones para empezar el día con buen pie:
· Evite la ansiedad que provocan las prisas de levantarse por la mañana con el tiempo justo.
· Ponga el despertador unos 20 minutos antes y, justo al despertarse, realice respiraciones profundas que ayudan a activarse al promover la oxigenación.
· Estírese lentamente.
· Mejor ducha que baño. Si además, realiza cambios de agua fría y caliente, e contraste le hará sentirse activo.
· Desayune siempre: saltarse el desayuno, además de promover el ganar peso, favorece la sensación de cansancio y falta de energía.
· Trate de seguir todas las mañanas la misma rutina incorporando a ella pequeñas tareas como lavar su taza o hacerse la cama: es una buena forma de ayudar a mente y cuerpo a “arrancar“.